Pie y Tobillo

El pie y tobillo son una estructura compleja y noble que nos permite dar cada paso de forma simple y elegante. Que un mal paso no te limite. Consulta todos nuestros servicios para dar solución a tu problema.

  • Juanete

    Esta deformidad afecta la articulación en la base de dedo gordo del pie. Es una protuberancia ósea debajo de la piel, en el lado interior del pie. Un juanete comienza siendo pequeño, pero con el tiempo puede crecer y volverse muy grande. Los juanetes son más comunes en las mujeres.

    El juanete se desarrolla debido a un desequilibrio de presión sobre su pie. Este desequilibrio hace que la articulación de su dedo gordo se vuelva inestable. Los huesos del dedo gordo del pie comienzan a desplazarse y a formar un ángulo, apuntando hacia el segundo dedo. La presión constante hace que la cabeza de su metatarso (el hueso que está en la base de su dedo del pie) se irrite. Este se agranda gradualmente formando una bulto. 

    El uso de zapatos de tacón alto y de zapatos demasiado ajustados o demasiado angostos aumenta su riesgo de desarrollar juanetes. Los juanetes también han sido relacionados con problemas en la estructura del pie y con la artritis.

    El síntoma más obvio de un juanete es un bulto visible en la base del dedo gordo del pie. Es posible que experimente dolor, hinchazón y enrojecimiento alrededor de la articulación afectada. Es posible que la piel se engrose. Es posible que el dedo gordo se desvíe hacia adentro. Es posible que se monte por encima o que se deslice por debajo de sus otros dedos. Esto puede resultar en callosidades o callos.

  • Hallux Rigidus

    Este es un tipo de artritis que afecta la base del dedo gordo del pie. Se forma en la articulación metatarsofalángica (conocida como articulación “MTF”). Con el hallux rigidus, el cartílago protector en los extremos de estos huesos se desgasta. Los huesos se frotan entre sí. Se pueden formar crecimientos óseos llamados "espolones óseos". El dedo gordo del pie se vuelve rígido, y esto puede producir incomodidad al caminar.

    No entendemos completamente qué causa esta artritis. Puede ser causada por el sobreuso. Puede estar relacionado con una lesión en el pie u otro problema. Puede estar vinculado a un cierto tipo de anatomía del pie que aumenta la presión en la articulación MTF. 

    El hallux rigidus tiende a desarrollarse entre las edades de 30 y 60 años. Causa dolor y rigidez. Es posible que no pueda doblar el dedo hacia arriba o hacia abajo. La articulación puede hincharse. El dedo gordo del pie puede doler más con la actividad. Puede formarse un callo en la parte superior del pie, justo detrás del dedo.

  • Metatarsalgia

    La parte delantera de su pie, a nivel del metatarso, absorbe mucha tensión cuando usted corre y salta. Esta puede lesionarse y doler. A este dolor le llamamos "metatarsalgia". El dolor puede impedirle hacer ejercicios y practicar deportes. Y puede ser un problema para las personas activas.

    La metatarsalgia es a menudo causada por el uso excesivo. Pero también hay otras cosas que pueden causarla. Puede ocurrir porque usted tiene sobrepeso o porque sus zapatos no le quedan bien. Puede desarrollarse debido a la forma de sus pies. Y también puede desarrollarse porque usted tiene una deformidad en su pie u otro problema, tal como un tendón de Aquiles demasiado tenso. 

    Si usted tiene esta afección, el área anterior de su pie presenta dolor. Este dolor puede ser agudo. Puede sentir ardor o quemazón. Puede tener la sensación de estar parado sobre una piedra. Es posible que sienta dolor, entumecimiento u hormigueo en sus dedos del pie. Su dolor empeorará cuando esté activo y mejorará al descansar.

  • Dedo en Martillo

    Esta afección es una deformidad en la cual un dedo del pie se flexiona hacia abajo en la articulación media. El segundo dedo del pie es el que más comúnmente se ve afectado; sin embargo, esta deformidad puede ocurrir en los otros dedos también. Algunas veces más de un dedo resulta afectado.

    El dedo en martillo puede ser causado por el uso de algunos tipos de calzado, especialmente el calzado femenino, que ejercen presión sobre los dedos de los pies y no les proporciona el espacio adecuado. Los zapatos de taco alto con caja pequeña para los dedos son los causantes más comunes, porque pueden hacer que los dedos de los pies se doblen en una posición anormal. El dedo en martillo puede también desarrollarse como resultado de una lesión, daño a los nervios, desequilibrio muscular en los dedos de los pies o un juanete, que empuja al dedo gordo fuera de su alineación.

    El síntoma más obvio del dedo en martillo es un flexión hacia abajo del dedo del pie, en forma de garra y a la altura de la articulación media. El dedo será flexible al principio, pero si no se lo trata, puede volverse rígido. Un dedo en martillo puede ser doloroso y hacer que el movimiento resulte dificultoso. Es posible que se formen durezas y callos, dado que el dedo roza el zapato.

  • Dedo en Garra

    Esta es una deformidad común del pie. Con ella, uno o más dedos del pie se doblan y curvan, tomando la forma de una garra. Con el tiempo, un dedo en garra puede quedar trabado en esta posición. Puede incrustarse en la planta de su pie. Es posible que tenga problemas para encontrar calzados cómodos.

    El dedo en garra puede desarrollarse de varias maneras. Puede ser causado por zapatos que no dejan suficiente espacio para sus dedos. Esto conduce a un desequilibrio en los músculos de su pie, lo cual hace que su dedo se curve. El dedo en garra también puede ser causado por un daño a los nervios de los pies. Esto puede ocurrir si usted tiene una afección tal como diabetes o artritis. También puede ser el resultado del alcoholismo, de un accidente cerebrovascular o de otros factores.

    Esta deformidad afecta más a menudo a los dedos pequeños del pie. Puede afectar a los cuatro. Un dedo en garra se dobla hacia arriba en su base y la articulación del medio se dobla hacia abajo. La articulación al final del dedo puede doblarse también. Un dedo en garra puede causar dolor. Es posible que usted desarrolle callos o durezas, a medida que su dedo roza contra su zapato.

  • Neuroma de Morton

    Esta afección consiste en el engrosamiento de la vaina que rodea al nervio ubicado en la bola del pie (parte anterior de la planta de pie). Se desarrolla más comunmente entre el tercer y cuarto dedo del pie. También es común que se presente entre el segundo y tercer dedo. 

    El neuroma de Morton se desarrolla como una respuesta a la irritación, presión o lesión de un nervio plantar. Por lo general está relacionado con el calzado, especialmente el calzado femenino, que ejerce presión sobre los dedos de los pies y no les proporciona espacio suficiente. Los zapatos de tacón alto y de horma angosta son los culpables más comunes.

    Entre los síntomas del neuroma de Morton se encuentra un dolor agudo y ardor en el metatarso (bola del pie), que puede irradiarse a los dedos del pie. Es posible que se sientan puntadas u hormigueo en los dedos adyacentes al neuroma o que se los sienta entumecidos. Esta afección también puede causar la sensación de estar parado sobre una piedra debajo del metatarso.

  • Fascitis Plantar

    La fascitis plantar es una irritación de la fascia plantar. Esta es la banda gruesa de tejido conectivo que se extiende a lo largo de la planta del pie, entre los dedos y el talón. La misma brinda soporte al arco natural del pie. Se estira y se tensa cuando algún peso recae sobre el pie.

    La fascitis plantar es causada por esfuerzo repetitivo o tensión excesiva en la fascia plantar. Se pueden producir pequeños desgarramientos en este tejido. El mismo que se puede irritar e inflamar.

    El dolor de la fascitis plantar es una sensación punzante en el talón del pie. Este dolor usualmente se desarrolla de manera gradual. Por lo general, el dolor es peor por la mañana, cuando una persona da los primeros pasos al levantarse de la cama. La fascitis plantar puede afectar un solo pie, o se puede sentir en ambos.

  • Lesión Osteocondral del Astrágalo

    Esta es una lesión del cartílago protector ubicado en la parte superior del astrágalo (el hueso del tobillo). Encontrará este cartílago donde elastrágalo hace contacto con la tibia y el peroné (los huesos de la pantorrilla). Una lesión osteocondral puede ser un problema doloroso.

    ¿Cómo ocurre esta lesión? No siempre sabemos por qué. En algunos casos, es causada por un esguince severo de tobillo. También puede ser causada por el esfuerzo repetitivo de correr o saltar. Ocurre cuando la parte superior del astrágalo golpea con fuerza contra la tibia o el peroné. El cartílago se rompe o queda aplastado entre estos huesos. Y, es posible que su astrágalo se fracture.

    Los síntomas dependen de la gravedad de la lesión del cartílago. Puede tener dolor, hinchazón y sensibilidad. Es posible que su tobillo se sienta débil. Es posible que no pueda moverlo en todo su rango de movimiento. Y puede producir un chasquido o trabarse cuando lo mueva.

  • Lesiones del Tendón de Aquiles

      

    Los tendones de Aquiles son gruesas y poderosas bandas de tejido fibroso. Ellos conectan los músculos de la pantorrilla a los huesos del talón. Los tendones lo ayudan a caminar, correr y saltar. Y eso significa que están bajo mucho estrés, lo cual hace que las lesiones a los tendones de Aquiles sean comunes.

    Lesiones por uso excesivo.

    Usted puede lesionarse el tendón de Aquiles debido a un uso excesivo. Eso puede ocurrir si usted camina o corre para hacer ejercicios. Puede ser un problema para los basquetbolistas, y para otros atletas que salten mucho. Un tendón lesionado por uso excesivo se hincha y duele. A esto le llamamos "tendinitis". Y si no se le atiende adecuadamente, puede convertirse en un problema crónico. Puede conducir a una afección a la que llamamos "tendinosis". Eso es un desgaste del tejido del tendón que empeora con el tiempo.

    Ruptura.

    Otra lesión común es el desgarro del tendón. Eso ocurre cuando usted estira demasiado un tendón de Aquiles. Un movimiento rápido y extremo de la pierna (como cuando se empieza a correr repentinamente o cuando se tropieza o trastabilla) puede desgarrar un tendón. Les ocurre a las personas que practican deportes que requieren muchas corridas con paradas y giros brucos. Si usted se desgarra el tendón por completo, es posible que sienta un chasquido cuando esto ocurra. Es posible que sienta como si le hubiesen golpeado en la parte de atrás del tobillo. Un desgarro puede ser muy doloroso y puede hacer que le sea muy difícil caminar.

  • Enfermedad de Haglund

    Esta condición es un alargamiento óseo sobre la región posterior del talón que puede afectar a la bursa retrocalcánea, la bolsa llena de fluido ubicada sobre la porción trasera del talón, entre el tendón de Aquiles y el hueso calcáneo. La bursa se puede hinchar e inflamar, causando una condición llamada bursitis. La deformidad de Haglund afecta con mayor frecuencia a mujeres jóvenes.

    La deformidad de Haglund comúnmente se desarrolla por el uso de zapatos con secciones traseras rígidas, tales como los zapatos altos o de tacón rígido, los cuales ejercen presión sobre la cara posterior del talón.

    Con el paso del tiempo, esta presión puede causar la formación de un abultamiento óseo sobre el calcáneo, y este abultamiento penetra dentro del tejido blando circundante. La bursa irritada se inflama y los otros tejidos, incluyendo el tendón de Aquiles, pueden inflamarse y engrosarse.

    Las personas que tienen ciertas estructuras anatómicas, tales como una protuberancia por debajo del tendón de Aquiles, arcos del pie altos, un tendón de Aquiles tenso u otros factores, tienen una propensión incrementada para esta condición.

    Los síntomas incluyen dolor y una callosidad en la región posterior del talón. Si se desarrolla una bursitis, se puede formar un gran abultamiento inflamado sobre la región posterior del talón.

  • Lesión de Lisfranc

    Esta es una lesión de la parte media del pie, donde los huesos metatarsianos del antepié se conectan a los huesos cuneiformes de la zona media del pie.Puede incluir ligamentos desgarrados, huesos rotos o una combinación de ambos. Y puede involucrar a más de una articulación.

    Una lesión de Lisfranc se puede producir por un simple resbalón o un tropezón, especialmente si su pie se tuerce al tropezar. También puede ser causado por golpe fuerte, como un accidente de carretera o una caída desde una altura.

    Usted puede confundir una lesión de Lisfranc con un esguince simple. Pero es más severa que un esguince. Acarrea dolor e hinchazón. Las partes superior e inferior de su pie pueden amoratarse. El dolor empeora con la actividad.

  • Fracturas de Pie

    Las fracturas por estrés son una o más fisuras pequeñas en un hueso. Estas fracturas son comunes en las piernas y los pies. Eso se debe a que sus piernas y sus pies tienen que soportar su peso y absorber la presión de caminar, correr y saltar.

    Las fracturas por estrés pueden ocurrir si usted aumenta repentinamente una actividad de alto impacto. Caminar o correr por una distancia mucho más larga de lo normal, las pueden causar. Puede desarrollar fracturas por estrés, si cambia de una superficie blanda a una dura o irregular. Puede suceder, si usted no usa los zapatos apropiados, o si tiene técnicas inadecuadas de entrenamiento. Su riesgo es mayor si tiene huesos débiles debido a una afección o algún medicamento que esté tomando. 

    Las fracturas por estrés causan dolor y sensibilidad. El dolor aumenta cuando usted está en actividad, y mejora cuando descansa. También puede tener hinchazón y hematomas.

  • Esguinces de Tobillo

    Los ligamentos son bandas de tejido, fibrosas y elásticas, que conectan y estabilizan los huesos. Un esguince de tobillo es una lesión común y dolorosa que se produce cuando uno o más de los ligamentos del tobillo se estiran más allá de su rango normal de movimiento. Los esguinces pueden ocurrir como resultado de una torcedura, o movimientos de giro o de rotación repentinos.

    Esguinces laterales. (Inversión)

    Los esguinces de tobillo se clasifican por el tipo de movimiento que causa la lesión. El tipo más común de esguince es llamado de inversión lateral, que ocurre cuando el pie rota hacia adentro. Esto provoca una lesión en los ligamentos de la parte externa del tobillo, especialmente, el ligamento talofibular anterior.

    Esguinces mediales. (Eversión)

    Un segundo tipo de esguince llamado de eversión medial, se produce cuando el pie rota hacia afuera. Este tipo de esguince causa lesión a los ligamentos en la parte interna del tobillo.

    Esguince de la sindesmosis. (Esguince alto de tobillo)

    El tipo menos común de esguince se llama esguince de la sindesmosis (o esguince alto de tobillo). Este tipo de esguince se produce cuando el pie rota hacia afuera y la pierna gira hacia adentro.

    Los síntomas de un esguince de tobillo varían según el grado de daño a los ligamentos. Los esguinces se clasifican en tres grados. Un esguince de primer grado es un leve estiramiento de uno o más ligamentos. Resulta en un dolor leve.

    Un esguince de segundo grado es un desgarro parcial que resulta en dolor e hinchazón moderados. Es posible que el tobillo tenga cierta inestabilidad. Un esguince de tercer grado, el más severo, es un desgarro completo del ligamento. Resulta en dolor severo, hinchazón e inestabilidad del tobillo.

  • Pie Plano

    Este es el colapso del arco de su pie. Ocurre con el correr del tiempo, generalmente en un solo pie,

    pero algunas veces en ambos. Cuando su arco se vence, es posible que los huesos del pie se salgan gradualmente de alineación. Esto puede causar dolor y otros problemas.

    Esta afección es más comúnmente producida por un problema con el tendón tibial posterior. Este es un tendón que viaja desde su pantorrilla hasta el lado interno de su pie. El mismo mantiene elevado el arco de su pie. Si este tendón está débil o lesionado, no puede brindar soporte al arco. Un arco también puede colapsar como complicación de la artritis reumatoide o de la diabetes. Y puede ser causado por una fractura, dislocación o lesión de los ligamentos del pie.

    Un arco vencido puede producir dolor, hinchazón y enrojecimiento a lo largo del lado interno de su pie y su tobillo. Puede resultarle difícil caminar o estar de pie durante largos períodos de tiempo. A medida que el colapso empeora, el hueso de su talón puede salirse de alineación. Es posible que el pie gire hacia afuera y que el tobillo rote hacia adentro. Sin el cuidado adecuado, es posible que desarrolle protuberancias óseas en sus pies o úlceras en la piel de sus pies.

  • Pie Diabético

    Este es un término utilizado para describir problemas en el pie que derivan de la diabetes. Estos problemas pueden ser difíciles de tratar.

    La diabetes produce cambios en el cuerpo que pueden dar origen a su pie diabético. Puede dañar su sistema nervioso, lo cual puede causar la pérdida de sensibilidad en sus pies. Usted puede no percibir ni el frío, ni el calor, ni el dolor. Puede lastimarse el pie sin que se de cuenta de ello. La diabetes también puede dañar su sistema circulatorio. Esto da como resultado un flujo pobre de sangre a sus pies. Hace que a su cuerpo le cueste más luchar contra una enfermedad. Con la diabetes, es posible que no se dé cuenta de que tiene una pequeña cortadura o llaga en su pie, y esta puede infectarse gravemente. 

    Entre los síntomas asociados con los problemas neurológicos y circulatorios se encuentran las sensaciones de dolor o el entumecimiento nuevo o prolongado. Es posible que su piel se vuelva dura y brillante. Es posible que deje de crecer el pelo en sus piernas y pies. Es posible que tenga dificultad para caminar. Si tiene una infección en el pie, es posible que presente hinchazón y enrojecimiento y tenga la piel caliente. Es posible que se formen úlceras. Es posible que tenga fiebre y escalofríos. Es posible que note rayas rojas en su piel, que surgen de la zona infectada.

  • Uña Encarnada

    Este problema común ocurre cuando el borde de la uña de un dedo del pie crece incrustándose en la piel de su dedo en lugar de crecer por encima de ella. Es posible que la uña se entierre profundamente. Y esto puede resultar muy doloroso. 

    Una uña encarnada puede desarrollarse si sus zapatos son demasiado ajustados, lo cual ejerce presión sobre los dedos de sus pies. Puede suceder si usted no recorta las uñas de sus pies en forma correcta. Recortar demasiado la uña o redondear los bordes puede hacer que se forme una uña encarnada. Tiene más posibilidades de que se le forme una si tiene uñas muy gruesas o, si debido a una mala visión o flexibilidad, a usted se le dificulta cuidar de las uñas de sus pies. A usted se le puede formar una uña encarnada después de una lesión en un dedo del pie, o si se arranca o desgarra la piel de alrededor de sus uñas. Y, algunas personas simplemente tienen uñas de los pies grandes o que se curvan en los bordes y eso puede llevar a que se encarnen. 

    Una uña encarnada es más común en el dedo gordo del pie, pero puede formarse en cualquier dedo. Causa dolor, enrojecimiento e hinchazón en la piel al costado de la uña. Si no se la trata, una uña encarnada puede empeorar. Puede conducir a una infección.

  • Artroscopia de Tobillo

    Este procedimiento detecta y trata los problemas de su tobillo. Con él, el cirujano puede acceder a su tobillo sin necesidad de hacer una gran incisión.

    Preparación.

    En preparación para el procedimiento, se le coloca en posición y se le aplica anestesia. Se bombea fluido dentro de su tobillo, lo cual expande la articulación y hace que sea más fácil de ver. El cirujano, por lo general, realiza dos pequeñas aberturas en su piel. Se coloca un artroscopio a través de una abertura. Este dispositivo es una cámara conectada a un tubo delgado. Esta muestra imágenes en vivo, en una pantalla. Se colocan otros instrumentos a través de la segunda abertura.

    Se inspecciona el tobillo cuidadosamente en busca de signos de daño. Es posible que el cirujano decida corregir un problema durante el procedimiento. O bien, es posible que trate su problema en un procedimiento posterior.

    Una vez completado el procedimiento, se retiran los instrumentos y se cierran las aberturas de la piel. Se venda el tobillo. Es posible que se le coloque una férula o una bota ortopédica. Se le controlará durante un tiempo breve antes de ser dado de alta.

  • Artrodesis

    Este procedimiento quirúrgico se usa para ayudar a aliviar el dolor en la articulación del tobillo y para corregir deformidades de la porción trasera del pie causadas por lesiones, artritis o defectos genéticos. El procedimiento fusiona las tres principales articulaciones en la porción trasera del pie que permiten el movimiento de lado a lado – las articulaciones calcaneocuboide, talonavicular, y subtalar.

    Se realiza una incisión sobre el costado externo del pie, justo por debajo del tobillo. Se realiza una segunda incisión sobre el costado interno del tobillo. Se examinan las articulaciones y se remueve todo el cartílago remanente entre los huesos de estas articulaciones. Si el hueso de la porción trasera del pie está desalineado, se corrige su posición.

    Se insertan tornillos, grapas o placas para estabilizar los huesos de la articulación. Se coloca injerto de hueso alrededor del espacio entre los huesos si es necesario. Con el paso del tiempo, estos huesos se fusionan.