Rodilla

Una rodilla sana es fundamental para mantener un ritmo de vida activo y saludable. Correr, saltar o subir escalones no debe ser un calvario. Consulta todos nuestros servicios para dar solución a tu problema.
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Artroscopia de Rodilla
Es la cirugía en la cual se utiliza una cámara diminuta para observar dentro de la rodilla. El cirujano hace unas pequeñas aberturas en su piel. Se inserta una cámara artroscópica a través de una de las aberturas. Esta cámara iluminada muestra una imagen de vídeo en un monitor. Los instrumentos quirúrgicos se colocan a través de las otras aberturas
El artroscopio envía imágenes del interior de su articulación a una pantalla de vídeo. Se coloca líquido en su articulación para ayudar a obtener una visión clara. Su cirujano busca el tejido dañado y otros problemas que se pueden observar con mayor detalle. Cuando se localiza la lesión, el cirujano puede realizar la reparación de cualquier estructura dañada de la rodilla con alta precisión sin hacer nuevos cortes en su piel.
Esto permite que la recuperación después de la cirugía sea con menos dolor y en un periodo corto de tiempo para retornar a la actividad normal y deportiva.
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Reemplazo Articular (Prótesis de Rodilla)
Este procedimiento, también llamado artroplastia total de rodilla, restablece la función de una rodilla severamente dañada. Se usa más comúnmente para reparar una rodilla que ha sido dañada por la artritis. Durante el procedimiento, el cirujano reemplaza las partes dañadas de la rodilla con piezas artificiales. Estas piezas consisten en un componente femoral metálico, un componente tibial metálico y un espaciador de plástico. También puede ser usado un pequeño componente rotuliano de plástico.
El cirujano recorta cuidadosamente los extremos dañados del fémur y de la tibia. Remueve cartílago y una pequeña cantidad de hueso subyacente, dándole forma a los huesos a fin de proporcionar una plataforma estable para los componentes artificiales.
Cuando todos los componentes se encuentran en su lugar, el cirujano los pone a prueba guiando la rodilla a través de una serie de movimientos. El cirujano comprueba que la rodilla se flexiona y se extiende con un movimiento fluido y natural. Una vez finalizado el procedimiento, el cirujano cierra la incisión y aplica un vendaje a la rodilla. La fisioterapia es parte fundamental del proceso de recuperación.
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Rotura de Menisco
Esta es una lesión común de la rodilla. La articulación de su rodilla está protegida por dos cuñas de cartílago con forma de "c", llamadas meniscos, las cuales actúan como almohadillas. Esta lesión es el desgarro de una de estas almohadillas.
Los desgarros de los meniscos son a menudo causados por actividad física. Torcer o rotar su rodilla repentinamente puede hacer que se desgarre un menisco. Arrodillarse, ponerse en cuclillas y levantar objetos pesados, pueden hacerlo también. A medida que se envejece, los meniscos se vuelven más delgados y quebradizos, lo cual puede aumentar su riesgo de desgarro.
Entre los síntomas pueden encontrarse una sensación de chasquido y dolor en la rodilla. Es posible que tenga dificultad para enderezar la pierna o sentarse de cuclillas. Puede hincharse, ponerse rígida y puede bloquearse.
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Rotura Ligamento Cruzado Anterior (LCA)
Esta lesión es un desgarramiento o rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) en la articulación de la rodilla. El ligamento LCA es una de las bandas de tejido que conecta el fémur con la tibia. Una rotura del LCA puede ser muy dolorosa. Puede hacer que la rodilla se vuelva inestable. El ligamento cruzado anterior estabiliza la rodilla, fijando la cabeza tibial para evitar que se desplace hacia delante y para limitar la rotación y torsión de la articulación. En el deporte, este efecto es fundamental para permitir giros y saltos durante la actividad deportiva.
La lesión de este ligamento puede ocurrir por un traumatismo directo de alta energía, aunque lo más común es que se desgarre sin un trauma directo sobre la articulación. La lesión habitual ocurre en deportistas durante la carrera o el salto, cuando frenan o cambian brúscamente su dirección mientras la pierna sigue fija en el suelo, forzando la rotación lateral o la torsión de la rodilla, también puede lesionarse cuando una persona salta y aterriza torpemente.. Este mecanismo se ve con más frecuencia en futbolistas, esquiadores, jugadores de baloncesto y tenistas.
La sensación de crujido, la impotencia, la cojera, la imposibilidad del apoyo, el flexo de rodilla, el gesto claro de renuncia a la competición, la inflamación articular de aparición rápida, son síntomas que orientan el diagnostico.
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Rotura Ligamento Cruzado Posterior (LCP)
Fuertes bandas de tejido llamadas "ligamentos" ayudan a estabilizar los huesos que forman la articulación de la rodilla. A uno de estos ligamentos se le llama "LCP". Este ayuda a conectar el fémur a la tibia. Si se estira o se desgarra un LCP, su rodilla puede volverse inestable.
Se puede lesionar el LCP por un golpe repentino en la parte frontal de la rodilla, cuando la rodilla está doblada. Eso puede ocurrir si practica deportes de contacto. Puede ocurrir si tiene un accidente de tránsito. También se puede lesionar el LCP si da un paso en falso y se tuerce la rodilla.
Una lesión del LCP causa dolor e hinchazón. Su rodilla puede sentirse rígida. Puede que tenga problemas para caminar. Y, su rodilla puede sentirse inestable.
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Necrosis Avascular
Esta condición se produce cuando se interrumpe el suministro sanguíneo normal a un hueso. Las células afectadas del hueso mueren y la porción muerta del hueso se debilita. El hueso puede comenzar a fracturarse y colapsar, lo cual causa artrosis.
Existen dos tipos distintos de esta condición. Un tipo, denominado osteonecrosis espontánea, casi siempre afecta sólo una rodilla. Los médicos no están completamente seguros de lo que hace que se desarrolle, pero parece estar relacionada con lesiones de la articulación de la rodilla. Osteonecrosis espontánea de la rodilla es más común en mujeres mayores de 55 años.
El otro tipo se llama osteonecrosis secundaria y por los general afecta ambas rodillas. Su causa es desconocida, pero está vinculado a una variedad de factores de riesgo. Estos incluyen el uso de corticosteroides, el abuso del alcohol y trastornos de coagulación de la sangre. Osteonecrosis secundaria de la rodilla es más común en mujeres menores de 55 años.
Los síntomas varían dependiendo del tipo de osteonecrosis. La osteonecrosis espontánea suele provocar la aparición repentina de dolor. Este dolor puede ser más notable durante los episodios de aumento de actividad física. Puede ocurrir al cargar peso o al subir escaleras. El dolor también puede ocurrir por la noche. La osteonecrosis secundaria suele estar asociada con dolor crónico y arraigado. Ambos tipos de osteonecrosis pueden limitar la movilidad de la articulación de la rodilla.
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Artrosis
El dolor de rodilla puede impedir que usted se mantenga tan activo como desea. Y puede provenir de un deterioro gradual del cartílago de la rodilla. Ese es un tejido protector en los extremos de los huesos. En una rodilla sana, los huesos se deslizan suavemente entre sí. Pero en una rodilla con osteoartritis, el cartílago comienza a desgastarse. Los huesos se frotan uno contra el otro. Se pueden formar unas protuberancias óseas que llamamos "espolones óseos".
¿Por qué se deteriora el cartílago de la rodilla? Para muchos, es parte del desgaste natural que ocurre con el paso de los años. Para otros, está relacionado con una lesión. Su riesgo de osteoartritis de rodilla es mayor si su ocupación somete su rodilla a un estrés excesivo. La obesidad también aumenta su riesgo. Pregúntele a su médico sobre otros factores de riesgo.
Los síntomas de la osteoartritis de la rodilla incluyen dolor, hinchazón y rigidez. Usted puede tener dificultad para doblar o extender la rodilla. Su rodilla puede sentirse débil. Puede trabarse o falsear al caminar. Estar de pie o caminar por largos períodos de tiempo puede empeorar el dolor en la rodilla.
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Artritis Séptica
Esta es una infección de la articulación de la rodilla. Hace que su rodilla se inflame y duela. Sin el tratamiento adecuado puede convertirse en un problema crónico. Puede dañar permanentemente su rodilla.
La artritis séptica, es más comúnmente causada por una infección bacteriana. También puede producirla un hongo. Su rodilla puede infectarse directamente, a través de un corte o un pinchazo. O bien, la infección puede comenzar en cualquier otro lugar de su cuerpo y luego propagarse a su rodilla a través del torrente sanguíneo.
La artritis séptica causa un dolor intenso en su rodilla. Es posible que se produzca enrojecimiento e hinchazón. Es posible que usted tenga fiebre y que le resulte difícil mover la rodilla.
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Sindrome Femoropatelar
Este es un dolor que usted siente en la parte delantera de su rodilla. Involucra la rótula. Ese es el hueso de la rodilla. La rótula se desliza hacia arriba y hacia abajo por un surco en su fémur, cuando usted dobla y extiende su rodilla. Si usted tiene este síndrome, es posible que se haya lastimado los tejidos blandos que dan soporte y amortiguan su rótula. O bien, es posible que tenga algún daño en el cartílago que está en la parte inferior de la rótula. Usted puede desarrollar este síndrome si aplica tensión repetidamente en sus rodillas. Eso puede ocurrir si hace mucha actividad física que involucre correr, ponerse en cuclillas o subir escaleras. Puede desarrollarse si utiliza técnicas o equipos de entrenamiento inadecuados. Puede desarrollarla si cambia su rutina de ejercicios, si cambia su calzado o si cambia la superficie sobre la cual los practica. Esta afección también puede provenir de problemas en su anatomía. Por ejemplo, es posible que tenga problemas de alineación en sus piernas o rótulas o es posible que tenga un desequilibrio muscular que afecte sus rodillas. Este síndrome puede producir dolor debajo y alrededor de una o ambas rótulas. Es una sensación de dolor sordo. Es posible que lo sienta más durante la actividad y también después de sentarse con las rodillas dobladas durante mucho tiempo. Y, es posible que sienta chasquidos o crujidos en su rodilla.
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Osteocondritis Disecante
Esta condición se caracteriza por la muerte de un área de cartílago y hueso en la articulación de la rodilla. La sección muerta puede permanecer en su sitio, formando una lesión, o puede aflojarse y desprenderse parcialmente del hueso circundante. También puede desprenderse completamente y flotar dentro de la articulación.
Se desconoce la causa de la osteocondritis disecante. Se cree que está relacionada a una restricción del suministro sanguíneo al extremo del hueso. El fémur es el hueso más comúnmente afectado. La osteocondritis disecante puede ser causada por un traumatismo agudo en la rodilla, o por estrés repetido en la articulación. Los atletas que practican deportes que incluyen correr y saltar son particularmente susceptibles. Esta condición también puede estar vinculada a una obstrucción arterial o a factores genéticos.
El síntoma más evidente de la osteocondritis disecante es dolor que aumenta con la actividad física. La rodilla también puede debilitarse y puede inflamarse y doler. La persona puede no ser capaz de doblar y extender la rodilla en todo su rango de movimiento. Si un fragmento se desprende y se aloja en la articulación, la rodilla puede chasquear o bloquearse durante el movimiento.
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Lesión de Cartílago
El cartílago tapiza los huesos que se articulan en la rodilla, tanto la cara interior de la rótula como las superficies articulares de la tibia y el fémur.
El daño del cartílago rotuliano (condropatía o condromalacia rotuliana) produce un dolor en la cara anterior de la rodilla y está facilitado por micro-traumatismos de repetición. La lesión del cartílago del fémur y la tibia suele ser secundaria a lesiones traumáticas, como la rotura de menisco o la rotura del ligamento cruzado, o a una osteocondritis disecante, y produce dolor y bloqueo articular. El 33% de las lesiones de meniscos o de ligamentos se relacionan con lesiones de cartílago.
La lesión del cartílago puede evolucionar hacia la artrosis y, si no se trata a tiempo, determinar la necesidad de una prótesis de rodilla. Para tratar las lesiones del cartílago de pequeño tamaño existen múltiples alternativas de efectividad variable; pero cuando las lesiones aumentan de tamaño, las alternativas se hacen más escasas y menos efectivas.
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Luxación de Rótula
Este es un problema de alineación de la rótula. Con este trastorno, la rótula se desplaza fuera de su trayectoria normal cuando uno dobla o extiende la pierna, pudiendo llegar a salir por completo y provocar una luxación. La desalineación puede ser causada por problemas estructurales de los huesos de la pierna. Por ejemplo, un surco femoral poco profundo puede permitir que la rótula se salga de posición. La desalineación también puede ocurrir cuando los músculos, tendones y ligamentos que dan soporte a la rótula están demasiado tensos o demasiado sueltos. La desalineación puede ser el resultado de una tensión repetitiva. Y, puede ser causada por una lesión de la rodilla.
Los síntomas pueden incluir dolor en la parte delantera de su rodilla. Puede resultar doloroso subir o bajar por las escaleras. También puede ser doloroso saltar, ponerse en cuclillas o arrodillarse. Es posible que tenga sensaciones de crujido o de chasquido al doblar o extender la pierna. También es posible que tenga episodios de luxación repetidos.
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Viscosuplementación (Ácido Hialuronico)
Esta es una inyección de medicamento que se aplica en la articulación de la rodilla. Lubrica la rodilla, de modo que los huesos puedan deslizarse con facilidad. Puede ayudar a disminuir el dolor de la artrosis.
Para comenzar, el médico adormece su rodilla con anestesia local. Luego inserta una aguja a través del área adormecida. El médico puede guiar la aguja con la ayudad de un ecógrafo.
Cuando la aguja está dentro de la articulación, el médico inyecta el medicamento. Este es un líquido similar a un gel. El mismo complementa su líquido sinovial. Este es el líquido natural hallado en su rodilla, que lubrica la articulación. El medicamento ayudará a que su articulación se mueva con más suavidad. Y eso debería reducir su dolor.
Cuando se ha completado la inyección, se retira la aguja y se le venda la rodilla. Es posible que no sienta alivio durante algunas semanas. Es posible que necesite más de una inyección, aplicadas durante una serie de visitas, para obtener el beneficio total del medicamento.
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Infiltración Guiada por Ultrasonido
Este procedimiento ambulatorio no quirúrgico está diseñado para brindar alivio a aquellos pacientes con dolor en el hombro causado por condiciones como la osteoartritis, artritis reumatoide o capsulitis adhesiva. La técnica le permite al médico inyectar un esteroide para reducir la inflamación con la mayor precisión. En preparación para el procedimiento, el médico limpia el hombro, inyecta un medicamento para adormecer el área y coloca una sonda de ultrasonidos portátil que le permitirá visualizar la anatomía del hombro para así inyectar con precisión el medicamento.
El médico introduce una aguja en el espacio de la articulación y la guía hasta el área que presenta el problema usando imágenes por ultrasonido, para luego inyectar el medicamento en la articulación.
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Terapia de Plasma Rico en Plaquetas (PRP)
La terapia de plasma rico en plaquetas puede ayudar en lesiones de articulaciones y en otros problemas. Esta utiliza componentes de su propia sangre para reducir el dolor y acelerar la cicatrización.
Hay partes de su cuerpo a las que se les dificulta sanar. Por ejemplo, los ligamentos y tendones (estos conectan los huesos con los músculos) no reciben mucha sangre del cuerpo. Los esguinces y las distensiones de estos tejidos sanan lentamente. El PRP utiliza su propia sangre para acelerar la curación en esas áreas de su cuerpo.
El proceso comienza con una muestra de su sangre. A esta se le hace girar en una centrífuga. Esto separa las plaquetas, el plasma y los glóbulos rojos y blancos. Luego se concentran estas plaquetas y se las mezcla con algo de plasma. A esta mezcla se le llama "plasma rico en plaquetas". El médico la inyecta en el sitio de su lesión.
El proceso PRP es rápido. Usted puede regresar a su casa el mismo día. Puede ayudar a que su lesión sane más rápidamente. El PRP puede ayudar a tratar y eliminar la causa de su dolor. Algunas personas necesitan más de un tratamiento antes de curarse por completo.
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Bursitis Prepatelar
Esta condición es una inflamación de la bursa prepatelar, una bolsa llena de líquido que cubre la parte delantera de la rótula. La bursitis prerrotuliana causa dolor e inflamación en la parte frontal de la rodilla.
Esta condición es comúnmente causada por estrés repetitivo o prolongado en la bursa prepatelar. Techadores, plomeros, instaladores de alfombras y otras personas que pasan largos periodos de tiempo de rodillas corren un mayor riesgo de desarrollar esta condición. La bursitis prerrotuliana también puede ser causada por un impacto directo sobre la parte frontal de la rodilla. Puede resultar de una infección, o de condiciones médicas tales como la artritis reumatoide y la gota.
Los síntomas incluyen dolor y una inflamación y abultamiento en la parte frontal de la rótula. Si la bursa está infectada, la piel de la rodilla puede volverse sensible y caliente al tacto. La persona puede experimentar fiebre y escalofríos.
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Tendinitis Rotuliana
Esta afección es un dolor que se siente justo debajo de la rótula (el hueso de la rodilla). Es una lesión en su tendón rotuliano (o tendón patelar), el cual conecta la parte inferior de la rótula con el hueso de la espinilla (tibia).
Usted puede lesionar su tendón rotuliano si lo esfuerza demasiado. Eso puede ocurrir si hace mucha actividad física que involucre correr o saltar. Otros problemas, tales como la tensión en los músculos del muslo o en los músculos de la corva, o un desequilibrio muscular en la pierna, también pueden causar una lesión en el tendón.
Esta lesión causa dolor entre su rótula y su espinilla. Duele más al realizar actividad. Puede doler tanto que le resulte difícil levantarse de una silla o subir escaleras.
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Enfermedad de Osgood-Schlatter
Este es un tipo de lesión que produce dolor de rodillas en los niños. Es una inflamación de una placa de crecimiento en la tibia. Las placas de crecimiento son lugares donde se forman nuevos tejidos óseos. Se encuentran en los huesos largos de los niños en crecimiento. Pero las placas de crecimiento son más débiles que el hueso que las rodea. Eso hace que sea más fácil que se lesionen.
La enfermedad de Osgood-Schlatter es causada por sobreuso. Es un problema para los niños que practican deportes y a menudo ocurre durante los brotes de crecimiento. Está relacionada con un tendón grande llamado el "tendón rotuliano", que está adherido a una protuberancia en la tibia llamada "tubérculo tibial". Cuando usted corre y salta, el tendón tira de esta protuberancia. Eso produce mucha tensión en la placa de crecimiento cercana. La placa de crecimiento se daña y se inflama.
La enfermedad de Osgood-Schlatter produce dolor e hinchazón justo por debajo de la parte frontal de la rodilla. Es posible que el tubérculo tibial se agrande. Es posible que los músculos de su muslo se sientan tensos y es posible que cojee. A menudo solo afecta a una rodilla, pero en algunas personas afecta a ambas.
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Fracturas
Las fracturas en la rodilla pueden ser de varios tipos según el hueso que este afectado y el nivel de gravedad del traumatismo. Una fractura de la meseta de la tibia, del extremo distal del fémur o la rótula usualmente es causada por un trauma violento y directo sobre la rodilla, o cuando una fuerza empuja la tibia hacia arriba, dentro de la articulación de la rodilla. Las caídas fuertes, lesiones seportivas y los accidentes de tránsito también son causas de este tipo de fractura. La fractura puede variar desde una pequeña grieta hasta una ruptura total que causa el desprendimiento de parte del hueso. Esta lesión puede afectar al cartílago situado sobre la base del fémur en la articulación de la rodilla, aumentando así el riesgo de padecer de artritis más adelante.
El dolor es usualmente el síntoma más común. La mayoría de los pacientes pueden también experimentar pérdida de la movilidad, moretones, inflamación o la sensación de que la articulación de la rodilla emite chasquidos o se traba al moverla. Las opciones de tratamiento dependen de cuán severa sea la rotura del hueso y si sus partes se han salido de posición.